lunes, 8 de agosto de 2011

lunes

El lunes porteño comenzó complicado, y con un frio que amenza con irse, pero nó. Parece que nó.
Me levanté pensando algo extraño: los viernes siempre quedan lejos.
Ahora lo recuerdo y creo que es un pensamiento menos interesante y revelador de lo que era a las seis cuarenta y cinco. Sin embargo, es cierto.
Será porque hasta el jueves tengo un dia eterno, para llegar al viernes hay que atravesar una jungla de horas y actividades interminables. Divertidas, pero interminables e inenumerables: reuniones, entregas, mas reuniones, entrevistas, toneladas de cafe y de mandarinas.
Meses de semanas enteras de trabajo, de semanas de lunes a lunes, y pésima distribución de actividades (la distribución nunca fue lo mio. sí las actividades) hacen que hoy, lunes 8 de agosto, me levante pensando: siempre falta mucho para que llegue el viernes.
Y no es porque el viernes la jornada laboral no dure hasta cualquier hora. Es decir, no es que ansío particularmente que llegue el viernes. El pensamiento mañanero parece apuntar a que la semana está pésimamente distribuida, y que hoy, con el frío que hace, con el despertador asesino y un dia gigante por delante, hoy, es el día en el que debo darme cuenta.
En fin pensamiento. Ya está. Registré. ¿Algo mas?
Seis cincuenta y cinco:
hervir arroz yamaní
elegir ropa para entrevista
toalla para yoga.
maquillajes. ¿donde los puse? ¿cuando los usé por ultima vez? ¿en que bolso quedaron? Ah! si. Cartera violeta, el día de la reunión humillante con el fotógrafo que creía que sabe todo, y casi casi que pierdo el trabajo.
(segundo pensamiento terrible del día)
plata alquiler
libro
desayunar

siete y dos: cafe. cafe gigante como un bañera.
Dia eterno por delante.
Pero voy a hacer de cuenta que siete y dos comenzó mi dia. Con la tostada con dulce de leche y el cafe. Muuucho café.

Buena semana per tutti !

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